"No quiero ser como las demás mujeres de mi pueblo que nacen, crecen y se casan", aclara Chayo una joven de 16 años de San Pedro Quiatoni, comunidad zapoteca quien toca el clarinete y que ahora tiene gusto de aprender a tocar el violín pese al impedimento de su pueblo para desarrollar su talento y gusto musical por ser mujer y tener que cumplir su rol dentro del pueblo.